Se conoce por milagro económico coreano al crecimiento
económico experimentado en Corea del Sur entre 1953 y 1996. Localmente recibió
el nombre de milagro en el río Han (en coreano: 한강의 기적 Hangangui Gijeok). En ese periodo el
país, y sobre todo su capital, Seúl, experimentaron un proceso muy rápido de
industrialización, desarrollo tecnológico y educativo, elevación de la calidad
de vida y urbanización, incluyéndose la construcción de multitud de
rascacielos. El proceso sacó al país de la pobreza y la destrucción que vivía
en la guerra de Corea y lo convirtió en una economía desarrollada.
Corea del Sur es una de las
potencias económicas globales. Con una superficie de 100 mil kilómetros
cuadrados, tiene un poco más que la población de Argentina con 50 millones de
habitantes. Forma parte de una península entre el Mar de Japón al este y el mar
Amarillo al oeste. El territorio está compuesto de sierras y serranías, labrado
sobre una geología de rocas viejas metamórficas. El punto más alto en toda la
península tiene 2700 m (la altura del pueblo de Cachi). La forma dentada de la
costa hace que deban construirse innumerables puentes y carreteras elevadas
para sortear los obstáculos. La enorme cantidad de vías de comunicación,
autopistas, trenes de alta velocidad y plantas de energía hacen de Corea del
Sur uno de los países con mayor infraestructura a escala mundial. Las plantas
de energía atómica proveen la mitad de la electricidad del país. Seúl, la
capital de Corea del Sur, es una ciudad moderna, muy limpia, con amplios
espacios verdes y grandes edificios de acero y cristal. Constantemente aparece
colocada entre las diez ciudades financieras y comerciales más importantes para
la economía mundial. Uno de sus barrios, Gangnam, es donde se encuentran los
edificios de las grandes corporaciones como Samsung, LG, Hyundai, Posco, Kia,
Daewo y otras. Los autos de lujo, restaurantes gourmets, grandes tiendas con
marcas internacionales, hoteles cinco estrellas y casas de electrónica se
encuentran en ese barrio donde sus habitantes tienen un muy elevado poder
adquisitivo. Luce como un pequeño Manhattan. Pero además la ciudad cuenta con antiguos
y extraordinarios palacios reales muy bien conservados, convertidos en lugares
históricos.
El aeropuerto de Seúl, Inchon, ha sido
declarado por octavo año consecutivo como el mejor aeropuerto del mundo. Basta
con comentar que además de sus impresionantes instalaciones de tiendas libres
de impuestos donde dominan la electrónica, perfumería, licorerías y otras,
todos los trámites de abordaje, migraciones y aduanas no llevan más de 10 a 15
minutos por pasajero al estar todo rigurosamente computarizado. La capital y
alrededores, al igual que las principales ciudades, están todas híper
conectadas con sistema de Wi-Fi libre.
Hasta la década de 1960 tuvo una
economía básica de subsistencia, principalmente agricultura y pesca. Sin
embargo logró un gigantesco crecimiento económico que la llevó en el último
medio siglo a un lugar de privilegio, no sólo entre las economías del sudeste
asiático, sino también a nivel global, en lo que en referencia a uno de los
ríos principales del país se ha dado en llamar “El milagro del río Han”. Mucho
tuvo que ver con una filosofía de vida graficada en letras de molde en el
ingreso a una de las gigantescas acerías mundiales en la ciudad de Pohang y que
sentencia: “Los recursos son limitados, la creatividad es ilimitada”.
Efectivamente es un país que apostó muy fuerte a la educación y eso los llevó a
ganar sistemáticamente las olimpiadas internacionales de matemáticas y física.
Esto tiene un correlato directo con los desarrollos tecnológicos y por ello
cuando se compara el número de patentes internacionales desarrolladas por Corea
del Sur versus todas las de América Latina, desde México hasta Tierra del Fuego
el resultado es calamitoso (12.500 a 500). Allí y así se explican los
desarrollos en electrónica moderna, especialmente en computación y teléfonos
celulares. Realizan además investigaciones de punta en cuestiones relacionadas
con la materia y la energía y para ello cuentan con un acelerador de partículas
de cuarta generación, de los cuales hay dos en el mundo.
Decía además de que
son uno de los principales productores mundiales de acero. Para hacer acero se
necesita mineral de hierro y carbón de piedra grado siderúrgico a lo que hay
que agregar alguna roca que actúe como fundente para bajar el punto de fusión
de la mezcla. Se utiliza piedra caliza. Pero resulta que salvo esta última, los
coreanos no tienen ni un kilo de hierro ni de carbón. Por ello deben traerlo
todo de otros países. En la planta siderúrgica de Pohang, que por falta de
espacio fue construida en 90 hectáreas ganadas al mar, entran diariamente
grandes barcos cargueros que transportan 250 mil toneladas de hierro
proveniente de Australia, descargan y se van de vuelta a buscar más mineral.
También entran los barcos cargados de carbón, principalmente de Rusia y China.
Cinco grandes hornos funden el hierro y producen unos enormes tochos que
ingresan a los trenes de laminación de donde salen las chapas de acero puro,
cortado y enrollado, que son utilizadas por ellos o exportadas a las
automotrices del sudeste asiático, Estados Unidos y otros mercados globales. Los
procesos están altamente automatizados, al punto que se ven más obreros
cortando el césped y regando los rosales que trabajando dentro del proceso
industrial. Proceso que han inventado, diseñado y aplicado, ambientalmente
responsable, y patentado como “Fénix”. Parte del acero se utiliza también para
la fabricación de barcos en grandes astilleros siendo Corea del Sur líder
mundial en la industria de la construcción naval, encabezada por compañías
prominentes como Hyundai Heavy Industries. Los surcoreanos producen anualmente
70 millones de toneladas de acero..
La
guerra entre Corea del Sur y Corea del Norte terminó en 1953, sin triunfador.
Corea del Sur quedó destrozada, empobrecida y políticamente caótica. Pasaron
diez años antes de que el Banco Mundial la considerara sujeto de crédito. No
obstante, cuando finalmente levantó cabeza en los años sesenta, empezó un
fabuloso despegue que la convirtió en una potencia mundial.
¿Cuál fue el modelo
que hizo posible ese extraordinario resultado?
Una de las explicaciones más
frecuentes del milagro coreano se refiere al alto grado de igualdad
distributiva del país, igualdad que habría reducido el conflicto social y
creado un importante mercado interno. Lo cierto es que el despegue económico
empezó poco después de haberse producido una reforma agraria. Sin embargo, las
estadísticas coreanas exageraron el impacto de la reforma sobre la desigualdad,
como sucedió en esa misma época con la reforma agraria peruana.
Hoy, se reconoce que el Gobierno
Coreano subestimó la desigualdad por muchos años y que la tendencia reciente ha
sido más bien negativa, en particular cuando se tiene en cuenta la
concentración de la riqueza en un número pequeño de grandes corporaciones,
llamadas ‘chaebol’. Ciertamente, se vio poco conflicto social, pero la
explicación residiría más bien en el carácter autoritario y represivo del
gobierno, con fuerte limitación de las actividades sindicales. Además, durante
todo ese período inicial, el desarrollo se basó en las exportaciones y no en el
mercado interno.
Una segunda explicación del
milagro enfatiza la adopción de una economía de mercado, pero el modelo coreano
tuvo poco de la ideología del emprendedurismo como iniciativa individual,
especialmente durante las primeras décadas del despegue. En esos años, la economía
coreana fue más bien dirigida por un Estado paternalista, que enfatizaba la
planificación y los acuerdos corporativos entre Estado y gran empresa, y que
recurría a una combinación de presiones y subsidios para lograr las metas
fijadas.
La prevalencia de esa filosofía
fue descubierta por el economista británico Robert Wade cuando visitaba la
biblioteca de una universidad de Seúl en los años ochenta. El libro más
consultado no era la obra de Adam Smith, sino la del economista alemán
Friedrich List, ideólogo del proteccionismo de las “industrias nacientes”. El
libro de List ocupaba “estantes enteros” en las universidades coreanas,
mientras que en ese mismo período solo se pudo ubicar una copia solitaria de
List en la biblioteca de una famosa universidad de Estados Unidos.
La explicación más acertada del
milagro coreano, creo, es la que dio Mahn-Je Kim, ex ministro de Planificación
y economista destacado durante las primeras décadas del milagro. En una palabra
–dijo–, el secreto coreano fue Confucio, cuya filosofía fue el sustento de una
cultura de disciplina, de respeto por los mayores y por la autoridad, y de alta
valoración del esfuerzo. Sin esa filosofía –agregó–, Corea del Sur no habría
logrado el sacrificio requerido para el desarrollo, sin incurrir en un nivel
intolerable de costo social y grado de opresión
Reflexiones finales del Banquero. Corea del Sur fue víctima de Guerras
y Ocupaciones, fueron libres de la opresión Japonesa al término de la segunda
guerra mundial. , luego durante la guerra fría, la parte comunista los invadió,
dividiendo el país en dos países, no obtuvo créditos internacionales y fue
hasta 1960 que comienza su total reconstrucción, en ese año al ingreso per
capital anual de un coreano eran 80 dólares al año, economía eminentemente agrícola
y un alto grado de analfabetismo, no obstante esta situación, fue gobernada por una
dictadura militar, la cual baso su gobierno en levantar el nacionalismo e
incrementar las exportaciones, su modelo económico se sustentó en Educación, Industrialización
y Exportación, en la actualidad el salario mínimo en Corea del Sur son US$2M, está
dentro de las 15 primeras economías del mundo.
Una lección clara para Latinoamérica,
la cual está libre de gobiernos autoritarios, excepto Cuba, y Venezuela, la educación
es la base del desarrollo económico, este país destina el 27% de su presupuesto
a educación, para los habitantes de este país, trabajar en el estado es un
honor y una distinción, por el prestigio y los buenos sueldos que se pagan. Por
qué insistimos en crecer en infraestructura cuando la clave está en desarrollar
individuos capaces de insertarse en la nueva economía, hasta que tengamos otras
prioridades seguiremos adquiriendo productos importados de otros países, sin exportación
en grandes volúmenes no puede haber desarrollo económico y eso solo se logra
con empresas de categoría mundial, sino tienes la mano de obra calificada, como
vas a tener este tipo de empresas en nuestros países?
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